El Conde Casarius fue víctima de una plaga y murió repentinamente, dejando un testamento en el que se establecía que Rietta, su bella y joven viuda, a la que intentó utilizar como concubina, sería enterrada viva junto a él. Justo antes de que Rietta sea enterrada, el Archiduque Axias, del que se rumorea que es un tirano cruel, llega al funeral para cobrar la enorme deuda que el Conde Casarius aún le debe. "Todos aquí parecen sentir lástima por ella, y yo todavía tengo una deuda que cobrarle a Casarius... Si me la llevo en su lugar, creo que todos saldriamos ganando ¿no?", sonrió. "Encantado de conocerte, seductora dama".