Fue un instante en el que se descubrió el escondite y quedó prisionero. A pesar de la tortura que continuó durante varios días, la ubicación de la casa de seguridad nunca fue destruida, pero ya no pudo ver morir a sus colegas uno por uno a manos del tipo que apareció de la nada. ¡Está todo quemado! Pero ¿por qué ... por qué me miras así?