El ángel favorito de Dios, Sahara, bajó a la tierra para castigar al mal, pero queda atrapada en una trampa.
Debido a eso empezó a simpatizar con “el mal” por un momento.
Sahara perdió sus alas por eso, y esperó a que “el mal” volvierá a aparecer sobre la tierra.
Cientos de años después.
Un humano con “el mal” dentro, nació.
Así que antes de que “el mal” despierte dentro de ese humano, Sahara se vuelve su benefactora para que la vida de esa persona pueda ir por el camino del bien y de forma segura hasta el día de su muerte…
Pero… ¿Por qué extrañamente se niega a vivir una vida cómoda y se va por un camino espinoso?