Un día, de la nada, cayó en el infierno. Lo único que lleva consigo era su deseo de vivir y sus poderes depredadores. Del infierno mil al nueve mil, fue devorando decenas y cientos de miles de demonios, e incluso los siete archiduques se inclinaron ante él. "¿Por qué quiere volver? Su Alteza ya tiene todo en el infierno". "Todo, una mierda". ¡No hay nada para comer o disfrutar aquí! ¡El infierno no es más que una tierra desolada llena de demonios terribles! "Voy a volver". Después de diez mil largos años, finalmente regresa a la Tierra.