no nos mintamos, es la parte más floja de los jojos
Acabo de terminarlo. Uno se siente vacío. No es que el final se quede abierto. Creo que el manga empieza bien, se desarrolla bien y termina bien. De todos modos, en ocasiones, se alarga. Muchas veces, Urasawa introduce y desarrolla un personaje durante un capítulo o dos, para después abandonarlo. Esto puede dar para hsitorias interesantes y muy bien construidas, como en mi capítulo favorito del manga, "Cinco cucharadas de azúcar", el #32. Sin embargo, al cabo de un tiempo se hace más repetitivo que otra cosa. Este recurso es normalmente ocasional y no ocupa la mayor parte de la historia, pero si los hubiese separado tan sólo un poco más entre sí, se sentirían menos forzados, y más como pequeñas historias que usa Urasawa para poner su enorme polla sobre la mesa. No me parecería un problema demasiado grave de no ser que todas estas pequeñas historias y momentos más reflexivos e inconexos hacen que el final de la historia, en especial los últimos 60 capítulos, parezcan algo sacados de la manga y apresurados. Había veces que no sabía bien por qué estaba pasando lo que estaba pasando, y todos estos personajes que se incluyen hacen que me sea difícil preocuparme o recordar a ninguno de ellos. El arte, aunque no es perfecto, es muy distintivo, y Urasawa es capaz de transmitir un cambio muy grande en el humor de alguien con un par de trazos. Hay muy pocos momentos en los que parase de leer para apreciar un panel en especial, pero el estilo de dibujo es algo que se me va a quedar incrustado toda la vida. Dicho esto, es una obra que hay que leer, o como mínimo, verse el anime. Está bien desarrollada y bien contada. Aunque no llega a ser una obra maestra, merece mucho la pena. Buena Mierda.
Qué decir de One Punch Man. Que está en oferta el repollo.
No es un manga especialmente bueno, pero sí tiene mucho más sentido teniendo en cuenta que es el prólogo a Levius/Est. Da la impresión de que la historia va demasiado rápido, en especial en los últimos capítulos. El estilo artístico, aunque es original, e interesante la forma en la que Nakata utiliza fondos y viñetas difuminadas para dar más sensación de documental o profundidad, las escenas de lucha, que se comen la mayor parte de los últimos capítulos, no están muy claras, y en ocasiones no se entiende bien lo que está pasando. También en estos últimos capítulos se introducen ciertos aspectos de la historia que pueden parecer más conveniencias que hace el autor para evitar un final trágico, pero que se entienden mejor como una introducción a la segunda parte de esta historia que es Levius/est. Aunque no es sobresaliente por sí misma, sí es una obra disfrutable y recomendable.
Hay que ser hijo de puta.
es un manga que no vas a olvidar hasta que mueras